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Una de cal y una de arena: ¿cuál es la buena?


Una de cal y una de arena: ¿Cuál es la buena?

La vida siempre da “una de cal y una de arena“. Esta es una frase que a menudo utilizamos para expresar que unas veces nos ocurren cosas buenas, y otras, no tan buenas. Es un refrán muy común entre todos los hablantes españoles, sin embargo, pocos conocen su verdadero significado. Cuando hablamos de una de cal y una de arena: ¿cuál es la buena?

Uso de la expresión

La expresión una de cal y una de arena nos sirve para contraponer dos elementos antagónicos, y generalmente para expresar con ellos algo bueno y algo malo. Este dicho tiene su origen en los procesos de construcciones tradicionales. La mayoría de las construcciones que nos encontramos en la península ibérica están realizadas mediante técnicas relacionadas con la tierra, bien sean tapiales, adobes u otro tipo de soluciones constructivas. Para construir estos edificios, la tierra solía ir mezclada con cal, para dotar a estos elementos de una cohesión mayor. Las proporciones utilizadas variaban según el tipo de edificación en el que nos encontrásemos, siendo mayor la proporción de cal en aquellos con un poder económico superior, e inferior, llegando incluso a no aparecer la cal, en aquellos que pertenecían a personas de recursos económicos más modestos. Se utilizaba una de cal y una de arena en las mezclas para realizar adobes u otro tipo de piezas para la construcción, para indicar la medida más adecuada para la creación de dicho elemento.

De esta manera, se sobrentiende que una mayor proporción de cal, significará una pieza con mejores características, mientras que una pieza con una proporción de cal inferior a uno, significará una pieza de peores propiedades. Considerándose así la cal, la parte “buena” de la mezcla.

La tierra

Una de cal y una de arena: ¿Cuál es la buena?

La tierra es un elemento común. Podemos encontrar tierra en la mayoría de las zonas habitadas por el ser humano. Aunque no posea siempre las mismas características, en la mayoría de las ocasiones esa tierra puede ser utilizada sin ningún problema para construir edificios.

Sin embargo, la tierra por sí misma no es un material perfecto para construir, y es por ello que nos encontramos con la paja, la cal o el agua como elementos que son añadidos a la tierra para que la mezcla entre ambos, adquiera las condiciones necesarias para el desarrollo de las construcciones. A pesar de que la proporción mayor de material estará compuesto por tierra, son estos otros elementos los que permiten que existan una cohesión o una capacidad de resistencia a flexión mayor.

La tierra es un material excelente para usar en la construcción, y prueba de ello son los innumerables ejemplos que tenemos de construcciones que aún permanecen en pie siglos después de su construcción. Sin embargo, añadiendo otros materiales naturales, mejoramos sus características y su comportamiento para conseguir elementos más resistentes y duraderos.

La cal

La cal es un material que se obtiene mediante el proceso de calcinación de rocas calizas. La manera tradicional de realizar este proceso era acomodando pequeñas piedras de este material, de un tamaño adecuado para que la pudiera manejar un solo hombre con sus manos, dentro de un horno, formando un hueco en el centro a través del cual podría obtener oxígeno para el fuego que se genera en el interior. La buena gente de Cal de Morón cuenta con vídeos e información sobre el proceso tradicional para la obtención de la cal, de manera más detallada y concisa.

Una vez obtenido este material, en la arquitectura vernácula, se añadía a la tierra para que actuara como conglomerante, consiguiendo una mayor cohesión de las piezas gracias a su composición química y a su reacción con el agua.

La cal es un material que requiere de un gran esfuerzo para su obtención y de mucho tiempo de trabajo para lograr una forma adecuada para su utilización. Es por ello que es un material más difícil de conseguir, más caro y que requiere de mayor elaboración. Por el contrario, es un material que rinde mejor combinado con materiales naturales, de procedencia natural, y por último, más agradable, tanto al tacto como a la vista, cuando lo utilizamos para realizar revocos en las construcciones.

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